El laberinto - Capitulo 2

Seguí caminando, esto me esta empezando a fastidiar y el laberinto parece no tener fin así que me adentré de nuevo y detrás de mi se cerró el muro.

Después de mucho caminar empecé a sentir algo extraño y diferente... no... es algo que ya había sentido antes... es algo muy familiar, pero no recuerdo que pueda ser, posiblemente es algo que sentí hace mucho tiempo en aquella época antes del laberinto.

Ahora recuerdo, fue en ese día lluvioso, estaba solo bajo la lluvia y me había sentado a ver pasar a las personas delante de mi, no tenia motivos, entretenimiento puro.

De pronto, vi un destello de luz, color entre la multitud, ella se acercó, era una hermosa chica con una gran sonrisa.

-¡Hola!
-Hola... -contesté, casi sin ánimos
-¿Cual es tu nombre? - me preguntó, sin dejar de dirigirme aquella sonrisa tan tierna

Ese fue el momento en que lo sentí  esa sensación tan extraña, tan diferente que no había sentido antes

...Pero eso fue hace mucho tiempo, y no hay manera en que pueda sentir eso de nuevo, sin embargo esto es algo muy similar, si... no hay duda, es el mismo sentimiento de aquella vez, ¿que es lo que esta pasando?

Envuelto en mis reflexiones casi doy vuelta en un camino cerrado, rápidamente me volteo y sigo caminando, la ruta se cierra detrás de mi, eso estuvo cerca, si me sigo distrayendo perderé tiempo, debo concentrarme mas y olvidarla... no hay tiempo para eso.

Continuo caminando, y me doy cuenta de que la niebla me empieza a seguir de nuevo, no le presto atención, y en frente aparece otra desviación con tres caminos, esta vez elijo el camino del centro pero no tardo en regresar, estaba bloqueado.

Después de un tiempo doy vuelta a la derecha y me encuentro con una pequeña sala, con techo y rodeado de paredes sin aperturas, y veo que el camino sigue al fondo, pero al dar un paso hacia adentro rápidamente se cierran las dos salidas y al siguiente segundo me encuentro encerrado en aquella habitación, busqué de inmediato alguna forma de salir, pero sin éxito.

Desesperado, empecé a correr por la habitación, observando la pared para tratar de salir, pero al igual que todo el laberinto eso solo ayudó a que la sala se volviera cada vez mas pequeña, así que intente tranquilizarme, me senté en el centro, y en cuanto me calmé la neblina empezó a filtrarse a través de las paredes, oscureciendo todo al instante, no me quedó mas opción que cerrar los ojos.

Un lugar familiar, una silueta familiar, todo estaba un poco borroso pero recuerdo muy bien ese lugar... Ahí estoy yo, sentado en una banca.

-¡Otra vez sin hacer nada! - me regañó con su entusiasmo de siempre, me reí un poco.
-Oye, a veces tengo que descansar - la saludé con una sonrisa.
-Una sorpresa que estes solo, siempre estas con tus amigos - respondió ella, un tanto enfadada pero yo sabia que estaba jugando.
-Ya... ya... son mis amigos, no puedo estar siempre contigo.

Poco a poco la imagen se fue desvaneciendo, estaba de nuevo en la habitación, sin la neblina y a su tamaño original...

Solo.