pequeña luz que me guié pero aquí no hay nada ya que todo parece desolado, quizá si solo tuviera una
idea sobre lo que estoy buscando...
Camino un poco y solo veo paredes negras alzándose sobre mi cabeza, con unos grabados en una
lengua extraña. Hace unos días intente descifrar su significado pero todo fue inútil, no parece ser un
lenguaje que haya visto jamás, pero veo un patrón en ciertos símbolos que se repiten en algunas
esquinas del laberinto, y creo que forman una frase.
Estoy muy confundido, no recuerdo haber entrado al laberinto pero tengo la sensación de haber llegado
aquí por mi cuenta, tampoco tengo conocimiento del tiempo que llevo dentro pero estoy seguro de que
es demasiado, al principio empecé a tener un sentimiento de desesperación intensa por querer salir,
pero entre más desesperado estaba mas difícil era encontrar la salida, las paredes cambian de lugar y se
abrían o cerraban las rutas dependiendo del estado de ánimo, después descubrí que entre más tranquilo
esté menos opciones hay, y si me equivoco no tardo mucho en regresar a donde estaba para poder
escoger otra vía.
Tuve una vida fuera de este laberinto, pero tengo muy pocos recuerdos sobre ella, realmente no importa
ya que no solía tener una vida muy entretenida.
Desde que llegue aquí he permanecido solo, la soledad es muy triste, pero por alguna razón no me
siento solo, no me siento triste, no siento nada.
Hubo un tiempo en el que todos los días estuve rodeado de personas, sin embargo yo sabía que estaba
en soledad, no encontraba un significado sobre aquella compañía, ya que era vacía, insípida y sin color,
mas tarde apareció un grupo de personas muy especiales para mi, un grupo de personas en las cuales
poder confiar, sin embargo todo lo que inicia tiene un final y cada uno tomo su camino, dejándome
rodeado de personas decoloradas. La soledad no es tan mala después de todo.
No es por aquí, estoy seguro de que ya cruce este camino, doy media vuelta y regreso por donde vine,
tomando otra vía, pero pronto me lleva a un callejón sin salida, así que devuelvo mis pasos y tomo la
ultima vía, observando el mismo patrón de símbolos en una esquina de la pared, en la parte de abajo,
pero no le prestó mucha atención ya que lo he visto montones de veces.
En mi recorrido por la última vía de pronto una extraña neblina oscura empieza a envolver el lugar
volviendo todo un poco más oscuro, pero permitiéndome ver hacia donde me dirijo. Esta neblina ya
había aparecido antes, y le lleva cierto tiempo en aparecer y otro tanto en disolverse, siempre es el
mismo tiempo, y la misma cantidad, así que ya me acostumbre a ella, pero cuando aparece todas las vías
detrás de mi cambian de sitio, si intento regresar solo encontrare un camino bloqueado.
Después de unos días algo llamó mi atención, un pequeño ser viviente sentado en el suelo, pegado a la
pared. Era de una forma humanoide, de un color negruzco y con unas extremidades un poco más largas
que las humanas, no tenía rostro, pero su cuerpo daba la impresión de estar hecho de un material artificial.
En cuanto me acerqué, el ser se levanta lentamente.
-¿Quien eres?
Sin respuesta.
-¿Que haces aqui?
Sin respuesta. Empecé a enojarme
¿Que son los símbolos en las paredes? - grité
Solo recibí una mirada vacia y fria. Lentamente se dirigió a la salida detras de él y se levanta un muro en
cuanto la cruzó.
Ese fue mi primer encuentro con un espectro.
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